Como un Rey, mi planta ha besado la tierra. Resplandeciente de nubes, apenas entreabierta, perfuma el aire una brisa de verde, y sube en espuma mi brazo, a abrazar el sol. Naranjas, oro, y miel seré, desde hoy azul. ¿Conoces un palacio al que alumbre más luz?
Así, Puro y Eterno, vierte el milagro y diluido el estambre en mi corona soy flores, despues trigo y por alivio, azahares.
De "la Historia del Zapallo", que será el relato de mis plantas y su espléndido festín de soles hasta crecer y ser fruto. Tan solo pense en fotografiar todo el desarrollo pero ya Aristóteles no pudo abstraerse de comparar el color con la tierra, el aire, el fuego y el cielo. Hasta que llegó Wolfgang Goethe y sus estudios físicos confirmaron la sensacion de la incidencia lumínica sobre la materia. Artistas y diseñadores han estudiado por siglos el color, y tal número y variedad de teórias demuestra que no pueden aplicarse reglas universales, la percepción del color depende de la experiencia individual.
Viernes 5 de febrero de 2010
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